Friday, August 17, 2007

Lo que no pudo derrumbar el terremoto



Hoy vi por televisión la procesión del Señor de Luren y se me vinieron a la mente todas las veces que fui a verlo a regañadientes, acompañado de mis padres, cuando niño. Hoy, viernes 17 de agosto (justo en el cumpleaños de mi viejo), ese Cristo tallado en madera, negro, embetunado, paseaba por las calles de una ruinosa Ica en una procesión extraordinaria.
Es muy triste ver lo que queda de la ciudad donde uno nació y creció. Para mí (como para la mayoría de los que vivimos en Lima) el terremoto no fue más que un gran susto. Pero para la gente que vive al sur de la capital fue la peor desgracia que les pudo haber pasado. Gracias a Dios, todos mis familiares están a salvo, pero viviendo las penurias que conlleva un desastre de esas proporciones. Hasta el momento que escribo este texto, Ica sigue sin luz ni agua, el pandillaje ha empezado a campear por todos lados, y no hay víveres de ningún tipo. Se necesita urgentemente la presencia de efectivos policiales -o en su defecto del ejército- para conservar el orden. Y, sobre todo, que las autoridades hagan una correcta, equitativa y pronta distribución de las donaciones.
Un primo me contó que fue con su bidón en busca de agua y sólo consiguió que se lo arrebataran. Su madre –mi tía- está enferma y no tienen nada que darle. En Nazca también ha empezado el pandillaje, según me contó una tía. Y ni qué decir de Pisco que –como ya todos saben- ha llevado la peor parte: los muertos forman hileras en la plaza de armas a la espera de los ataudes.
El domingo 26 nos teníamos que reunir todos en Ica para celebrar el cumpleaños número 80 de mi abuela materna. No sé cómo quedará esa convenida celebración. Por lo pronto mañana estoy viajando con mis tíos para llevar agua y víveres a nuestros familiares. Lamentablemente tengo que regresar sobre el pucho porque el lunes me espera la chamba. Aunque los más probable es que regrese el próximo fin de semana para saludar a mi abuela. Los mariachis, las chelas, el baile y demás tendrán que esperar hasta el otro año. Lo siento, abue.

Ahora que termino de ver el noticiero, caigo en cuenta que la carretera está hecha un desastre. Tal vez ni podamos llegar a Ica, pero habrá que hacer el intento igual. Pero, por si no llego, quiero decirle a todos mis paisanos que tengan mucha fuerza y -sobre todo- fe en Dios. Nuestro Cristo negro nunca nos ha abandonado, y no lo va a hacer ahora.


Oscar Aybar

3 comments:

JARANOVICH said...

Hola Harry,

Sólo para agregar que el terremoto tampoco pudo destruir la imagen del gran cañonero LOLO Fernández. El muro con su imagen fue lo único que se salvó en la Hacienda Hualcará, en Cañete.
Dios es crema!

Saludos,

L said...

es una pena que se vean afectados los sitios donde uno ha vivido cosas bonitas. espero que tu familia así como cualquier persona que se haya visto afectada de alguna manera por esto tenga una pronta solución. un abrazo!

JARANOVICH said...

Felíz Año!!!

Ya pues, actualiza tu blog...

Saludos,

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