Friday, July 18, 2008

Batman es la Noche

La mejor de todas las películas basadas en un cómic. Así, sin duda, sin contemplaciones. Una película brutal, descarnada, oscura. Es algo extraño, generalmente, las películas que se estrenan por estas fechas están dirigidas al gran público, son bastante digeribles y básicamente pretenden entretener, y que cuando uno sale del cine se queda contento, relajado, animado. Todo lo contrario sucede con este “Caballero de la Noche”, uno termina la película afectado, estresado, fascinado y conmocionado. No es, pues, sólo una película más de superhéroes, no es sólo un blockbuster, es una pieza alucinante que nos muestra el mejor Batman que hayamos visto, es un thriller de aquellos y que seguramente será considerada dentro de lo mejor de los géneros a los que rinde homenaje.

Para los que somos seguidores del Hombre Murciélago, sabemos que sus temas giran alrededor del miedo y la locura. El miedo fue estupendamente manejado en “Batman Begins” por el eficiente Nolan, pero la locura, y todo lo referente a ella, nos ha sido expuesta en esta genial “Dark Knight” (o “El Caballero de la Noche”, como ha sido adecuadamente traducida).

“El Caballero de la Noche” es para los aficionados de Batman el sueño hecho realidad. Dosis de acción, un tratamiento estupendo y fiel de los personajes que tanto apreciamos, la atmósfera perfecta, y relatado todo desde la visión de un director comprometido con el arte.

La película se inicia con la presentación del Joker, un sujeto dispuesto a todo para lograr sus objetivos y genial en sus estrategias, en una secuencia emocionante y divertida. Posteriormente, vemos cómo se forma la alianza entre tres de los principales personajes de la historia, Batman, Gordon y Dent. El objetivo del trío es la derrota de la mafia de Gotham (rindiendo así un homenaje a “The Long Halloween”), pero el objetivo de este preludio es mostrarnos el idealismo de Harvey Dent, la oscuridad a la que se enfrenta Batman y la vulnerabilidad de Gordon. Y después de este prólogo, vuelve a aparecer el Joker para poner todo de cabeza. Es aquí cuando recién empieza la emoción, donde deja de ser la típica película de superhéroes y donde todo se convierte en un thriller espectacular (nota especial merece la escena del interrogatorio, realmente notable).

Y sin entrar mucho al detalle, creo que es necesario hacer algunas referencias a los personajes y a las interpretaciones:

Primero, Bruce Wayne (Christian Bale). El actor galés es el mejor Wayne de todos hasta la fecha. Me refiero pues al personaje del aparente playboy multimillonario, esa máscara que oculta la verdadera naturaleza del justiciero, y nadie lo ha hecho mejor que en esta película.

Segundo, Batman (también por Bale). Éste es el verdadero protagonista de la cruzada, y el actor cumple con creces en su interpretación. Distante, frío y atemorizante, aunque tal vez el efecto de la voz no haya sido el más feliz (quizá algunos fanáticos extrañamos el papel de Batman como el mejor detective del mundo, pero suponemos que la trama no lo exigía demasiado).

Tercero, Harvey Dent (Aaron Eckhardt). Ciertamente, después de ver la gran decepción que hicieron Schumacher y Jones (una pésima copia del Joker de Nicholson y Burton), ver a un Dent sobrio, ecuánime, anhelante de justicia, idealista, combativo y sin miedo es una cosa que realmente emociona. Ver su caída, justificada como nunca antes (haciendo el paralelo con Bruce Wayne, que perdió a sus padres), es realmente uno de los mayores aciertos del filme. Queda el sinsabor de que no se le pueda aprovechar para próximas entregas, pero el final sombrío de la película ameritaba el triste final de Two Face.

Cuarto, James Gordon (Gary Oldman). En las películas previas, al personaje de Gordon nunca se le dio la importancia que se merecía. Ello ha cambiado en esta entrega, porque Gordon obtiene su verdadero lugar en el universo de Batman, mostrándose incorruptible pero confiado, humano y por tanto vulnerable. La construcción de este personaje le debe mucho a “Year One” (de Frank Miller), y es un baluarte fundamental de esta entrega.

Cuarto, Rachel Dawes (Maggie Gyllenhaal). Quizá es el personaje importante más pequeño, pero no por ello menos trabajado. Es un personaje simple, claro y directo, siendo más importante por lo que representa más que por lo que hace en la historia.

Quinto, Alfred Pennyworth (Michael Caine). No hay mucho que decir, sólo que el personaje queda impecable. Es el cómplice perfecto (lo que demuestra que no se necesita a un Robin), sereno y gracioso, equilibrado y la voz de la consciencia del héroe.

Sexto, el Joker (Heath Ledger). Creí que el Joker de Nicholson era insuperable, pero me equivoqué. Y no lo digo porque Ledger esté muerto, sino porque realmente este Joker es cosa seria (aunque suene contradictorio) y muy distinto a interpretaciones previas. Combina lo cruel con lo divertido, el espanto con la burla, como para que no quede dudas de que el Joker es a la locura lo que Batman es a la noche. Inspirado en “The Killing Joke” (por el genial Alan Moore). Particularmente, no sé si se merezca o no el Oscar, pero si Bardem lo ganó el año pasado, tal vez existan algunas posibilidades.

Me encantan las películas de superhéroes, y como dije antes, ésta como que no califica como tal. Es una barbaridad, una verdadera joya. Combina lo atractivo para las masas y el compromiso con el arte.

Batman es la noche, y la noche ha llegado.


Jorge Ágreda Aliaga

1 comment:

Inadecuada said...

He hecho también un post al respecto. Tal vez te interese leerlo. Saludos.

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