Friday, June 13, 2008

Megadeth en Lima: Sinfonía de destrucción

Miércoles 11 de junio de 2008, explanada del estadio Monumental

Foto por Droogie

Eran las dos y media de la tarde y al menos cincuenta individuos ya hacían cola, la mayoría enfundados en sus polos de Megadeth, pero también de otras bandas del género (menos de Metallica). Luego de pedir a los que me antecedían que guardaran mi sitio, a lo cual accedieron gentilmente, me fui a almorzar. Volví pasadas las cuatro y los de la fila ya eran varios centenares. Algunos combatían el frío con ron, otros con tronchos, mientras varios más mataban el hambre con chatarra que los recién llegados iban trayendo. Ya posicionado, pude ver más camisetas negras que seguían subiendo desde el óvalo, alimentando mis esperanzas de ver colmado el recinto.

A las seis nos dejaron entrar a la explanada y me dispuse a coger la mejor ubicación en mi zona, "Rust In Peace", a treinta metros del escenario. Éste estaba decorado de forma bastante sencilla, con un telón de fondo con el logo del grupo, flanqueado por dos pantallas gigantes, más los amplificadores y las luces de rigor. La excelente música de fondo hizo menos tediosa esta nueva espera. Se dejó ver Fiorella Rodríguez, cada vez más flaca (parecía la versión femenina de Vic Rattlehead), también Koki Belaunde (¿?), entre otros representantes de la fauna de Chollywood. Mientras tanto, nosotros dábamos de alaridos y hacíamos la seña de los cuernos que popularizara Ronnie James Dio a las cámaras de los programas de espectáculos.

A las ocho, ya era evidente que no se alcanzaría el lleno total, lo cual me entristeció un poco. Sin embargo, el entusiasmo de los presentes hacía augurar que sería una noche de aquellas. Por las pantallas gigantes se confirmó para el 5 de agosto la llegada del prestidigitador del hacha Joe Satriani (¡imperdible!) y también publicitaron el show teatral de Chespirito (duramente pifiado). Iron Maiden asaltó nuestros oídos y comenzamos a corear sus canciones, preparando las gargantas para lo que se nos venía. Sin que terminase Run To The Hills, y un minuto antes de la hora señalada, Megadeth salió a escena.

Apenas vi a Mustaine y compañía, pensé que me arrepentiría hasta el fin de mis días por no haber llevado cámara, pero pronto caí en cuenta que desde mi posición nunca hubiera podido obtener alguna imagen o filmación decente (el pogo en mi zona fue tan brutal que casi derribamos la valla de contención, lo que obligó a los de seguridad a reforzarla con grandes barras de metal). A cambio, el no tener nada o nadie a quien proteger me hizo disfrutar al máximo del espectáculo.

El cuarteto arrancó con Sleepwalker y el frenesí se apoderó de nosotros. Take No Prisoners, In My Darkest Hour, Hangar 18 y demás clásicos fueron coreados hasta la afonía, no así los temas del último álbum, recibidos con relativa tibieza por la audiencia. Justo antes de empezar À Tout Le Monde, el gran Dave colgó en el soporte de su micrófono una bandera peruana que habían arrojado al escenario y allí flameó durante el resto de la función. En Symphony Of Destruction todos fuimos uno y el grito "Megadeth, Megadeth, Perú es Megadeth" acompañó a Mustaine cada vez que hacía el legendario riff. Luego vino Trust, con sus infaltables estrofas en nuestro idioma (nunca me sentí tan identificado con aquello de "Me duele todo el cuerpo") y siguieron las impactantes She-Wolf y Peace Sells, dejando para el cierre la delirante Holy Wars... The Punishment Due. Me sorprendió que no tocaran Mechanix (en Chile y Argentina sí lo hicieron) y me quedé con las ganas de escuchar Foreclosure Of A Dream (mi favorita del conjunto). Incluso así, me pareció un set list demoledor.

El desempeño de Dave Mustaine merece un párrafo aparte, pues no todos los días toca en nuestro país una leyenda como él. Su capacidad con las seis cuerdas sigue intacta y muchos emulamos sus fenomenales solos desde nuestras air guitars; es un alivio ver que aquella lesión a los nervios de su brazo izquierdo (que amenazó con retirarlo prematuramente de los escenarios) quedó sólo como un mal recuerdo. El colorado, que normalmente es bastante frío y tímido, estuvo feliz con la respuesta del público, se dejó adorar sin remordimientos y (pese a lo horrible de su castellano) se mandó con varias frases que nos encandilaron, nos agradeció el cariño que le profesamos y prometió volver muy pronto.

Respecto al trío que acompañó a Megadave, Chris Broderick demostró que era cierto todo lo bueno que se decía de él y por momentos nos hizo olvidar al genial Marty Friedman. James LoMenzo la rompió en el bajo (sobre todo en Peace Sells) e hizo sentir su presencia escénica, dirigiéndose constantemente al público con una gran sonrisa (la mayoría ni se acordó que "JLo" fue miembro de White Lion, una banda de glam metal). Carismático, el gringo. Quien no me terminó de convencer fue Shawn Drover, quien en shorts y con su polo de la selección peruana parecía recién llegado de una pichanga. A la percusión le faltó poder y virtuosismo, pienso que Mustaine puede conseguir un mejor baterista para su banda.

El comportamiento del público fue normal, para lo que se puede esperar en un concierto de estas características. El pogo, si bien rudo, nunca fue malintencionado y no hubo lesionados de consideración. Tampoco faltaron quienes abandonaron su zona en pos de acercarse más al conjunto, pero los gorilas de seguridad los hacían volver o los botaban del local a empellones. La nota negra de la velada la protagonizó un infeliz que se subió al escenario, pero uno de los roadies lo neutralizó rápidamente, mientras Mustaine se quería comer con los ojos a los encargados de protegerlo por la demora en su reacción y por no haber previsto esa contingencia.

Sin temor a equivocarme, puedo afirmar que este ha sido, de lejos, el mejor concierto de metal realizado en el Perú. Aunque duró sólo noventa minutos y hubo algunos problemas con el sonido (sobre todo al principio), fue un espectáculo muy intenso y nos dejó molidos y extenuados, pero dichosos. Fue todo un privilegio haber asistido, lo guardaré permanentemente en mi memoria.


Set List:

Sleepwalker
Wake Up Dead
Take No Prisoners
Skin O' My Teeth
Washington Is Next!
Kick The Chair
In My Darkest Hour
Hangar 18
Gears Of War
À Tout Le Monde
Tornado Of Souls
Ashes In Your Mouth
Burnt Ice
Symphony Of Destruction
Sweating Bullets
Trust
She-Wolf
Peace Sells
Holy Wars... The Punishment Due


Jorge Luis Gutiérrez Torres

8 comments:

Anonymous said...

buena reseña!!!. A propósito del "infeliz" que la guaneo y digo que la guaneo porq estoy seguro que nos iba a regalar mechanix pero por culpa del actuar de este maldito "infeliz" nos dejo colgados, vamos Uds. creen que salian por segunda vez solo para tocar un tema más?. Además el setlist ya estaba hecho y finalizaba con hollywars pero al salir por segunda vez Dave converso con los demás integrantes como coordinando una canción extra que sin lugar a dudas era mechanix, por esto pido a quien conozca al "infeliz" le propine un megasopapo de mi parte y de los mas o menos 7999 asistentes restantes no 6000 como se anda diciendo.

Anonymous said...

no hay que hacer un drama por el hecho que no llegaran a tocar mechanix, lo importante es que el señor megamustaine dejó bien claro que volverá, pues el público nacional estuvo 100 puntos. y otra cosa, éste concierto fue solo un ensayo para lo que se vendrá más adelante. se sienten pasos......judas priest?, iron maiden?

Javier Lishner said...

Gracias, Jorge Luis, por la nota sobre el concierto de Megadeth en Lima. Esto hace que los que estamos un poco lejos también podamos saber sobre el desempeño de Mustaine & Co. en la capital peruana. Viva Megadeth all the way!

Saludos,

JL

Falsamente Falso said...

Buena crónica. Ese concierto fue espectacular, yo aún sigo afónico. Chequea mi crónica en:
http://falsamentefalso.blogspot.com/
Saludos!

Mike Mantilla said...

La ca...ese infeliz. Ni modo, la hierba, el trago y las píldoras pueden elevar los espíritus y las pasiones, pero también sacar lo peor de algunos.
Tú crónica es bastante objetiva mi estimado. Me gusta la gente que a la hora de dar una opinión se quite la camiseta de fan y se apegue a lo que realmente pasó en el show, desde su punto de vista.


un abrazo

Eagle

Rubén said...

Yo también estuve en el asunto de arrepentirme por no llevar cámara. La cámara tiene el inconveniente de que -si bien te ayuda a perennizar momentos-, no te permite vivir el concierto a plenitud. Me Pasó con Cannibal Corpse, tengo mis videos colgados en Youtube, pero no estuve con todos mis sentidos en el concierto. Entonces, llevar cámara es una opción que ya descarté de plano. (Pero, bienvenidos los que la llevaron y nos permiten ver estos videos en línea).

De ootro lado, es cierto que ha sido el concierto más grande de metal, pero no es solo eso. El concierto de Megadeth es el concierto más grande que una movida subterránea (underground, para los que gustan del nombrecito), haya dado en nuestro país. Eso es un hito. Ya quisieran los punks que pudieran venir los Sex Pistols o los darks que viniera The Cure. Y eso debemos tenerlo en la memoria.

Finalmente, ahora que leo tu blog y otros blogs, quería comentarte algo.

Una cosa por la que he estado apostando desde hace un tiempo es por dejar la mala imagen que hay de los metaleros. Se suele creer que lso metaleros tenemos el cerebro atrofiado -que no podemos entrar a otras áreas culturales- y que la escena metal es una escena musical, antes que una escena cultural. Si esto es así, entonces, Juanito del Jonca, que se aficiona a Megadeth, es intantáneamente un metalero, y si es borracho y alcohólico, mucho mejor.

Esta idea, creo que podemos empezar a revertirla de alguna manera los que tenemos blogs sobre el tema. No es imposible que los metaleros se aficionen a cosas que no sean ciencia ficción del tipo 'Señor de los anillos'. Me parece indignante cuando encuentro a un antiguo compañero de conciertos que me dice que ya no escucha metal, porque ahora es profesional o porque ha aprendido tanto que ahora escucha jazz.

Yo puedo escuchar jazz y sin embargo no tengo por qué despreciar al metal. Se ve que en esas cabezas poseras, el metal es solo una etapa en sus vidas. Sin ir muy lejos, los hermanos de Mortem, uno es antropólogo y el otro lingüísta, ambos hacen posgrados en Europa, Alvaro enseña en la Universidada Católica y... siguen haciendo metal. ¿Acaso ellos dijeron somos muy grandes para el metal?

El problema -para no seguir extendiéndome con esto- es que la imagen del metalero embrutecido por la música es creíble incluso para gente de la escena y si no hacemos algo por revertirla (los punksm los subtes verdaderos -esos de los ochentas-, formaron grupos de apuesta cultural como el grupo poético 'Kloaca', ¿Qué hacemos nosotros? ¿Nos reunimos a discutir si yo he escuchado el último disco de 'Over kill' y tú no?

Mi pregunta final sería si queremos que la escena metal sea recordada como un movimiento musical sin cerebro.

Me parece excelente tu crónica, también, Jorge Luis. Un abrazo.

Unknown said...

fucking yeah, buena reseña man, ese dia no se borrara de mi mente hasta que mis dias se acaben ! y creo que a casi todos no se les borra aquel 11 de junio que cambiara la historia del metal en el Peru ahora se vienen mas conciertos, belladona, satriani, son los mas cercanos asi que no te pierdas los conciertos
y con respecto a la respuesta anterior me parece muy bien su punto de vista, debemos de crecer como personas y profesionalmente con el heavy metal a la mano, esto nos hara mejores y crear una mejero escena metal en el Peru
viva el metal carajo!
viva Mustaine y Megadeth

Victor Carlos

Head Krusher said...

Tamare io no pude ir la 1ra vez y se ve q estuvo pajaza!!!! lo chvr es q el domingo tocaran el RIP completito..... yeah!!!!!!

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